Aceptarse a uno mismo implica que muchas acciones deben convertirse en hábitos en tu día a día. Si tienes dudas al respecto, echa un vistazo a estos consejos
Los problemas de autoestima están tan generalizados y son tan comunes que prácticamente todos los hemos experimentado en algún momento. Aceptarse a uno mismo no siempre es sencillo, pero debemos entenderlo como lo que es: algo imprescindible para ser feliz. Ahora bien, ¿cómo consigo quererme y respetarme más? Claro que quiero hacerlo, pero desconozco la manera y las herramientas.
No te preocupes. Lo mejor de compartir experiencias es que siempre nos puede ayudar lo que otros han vivido antes que nosotros. Si te encuentras en esa situación, es normal que necesites información acerca de cómo aceptarse a uno mismo. Por eso, en este artículo queremos ofrecerte algunas pautas y recomendaciones que te permitirán mejorar en ese sentido.
¿En qué consiste aceptarse a uno mismo?
Aceptarse a uno mismo conlleva un proceso de autoconocimiento imprescindible. Sólo cuando somos conscientes de nuestras características generales, incluyendo nuestras virtudes y nuestros defectos, somos capaces de aceptarnos y respetarnos. Una vez logrado este paso —que no siempre es fácil—, podremos trabajar para ir mejorando con honestidad y posibilidades de éxito.
¿Cuáles son las bases de la autoaceptación?
Existen dos aspectos principales que se constituyen como las bases o los fundamentos de la autoaceptación. Hablamos de la incondicionalidad y la autoestima, cuestiones absolutamente esenciales para aceptarse a uno mismo. Sin ellas, el proceso resulta mucho más complicado. Veamos en qué consisten exactamente cada una de ellas.
Incondicionalidad
La importancia de la incondicionalidad en el proceso de aceptarse a uno mismo es enorme, porque implica que se hace asumiendo todas las consecuencias. La autoaceptación no es posible cuando únicamente se enfoca en los aspectos positivos —además sería demasiado sencillo—, sino también en las cuestiones negativas y, por supuesto, manteniéndola en el tiempo, independientemente de los éxitos y fracasos.
Autoestima
¿Son lo mismo la autoestima y la autoaceptación? No, pero tienen una influencia directa la una sobre la otra. Y es que quien no se quiere tiene más dificultades para aceptarse y, del mismo modo, quien no se acepta no encontrará fácilmente el modo de quererse a sí mismo.
Recomendaciones para aceptarse a uno mismo
Además de tener en cuenta esos dos factores, existen una serie de recomendaciones que podrían resultarte de gran utilidad con respecto a la autoaceptación. Como decimos, aceptarse a uno mismo no siempre es fácil, pero si tomas nota de estos consejos y tratas de ponerlos en práctica, tendrás más posibilidades de lograrlo.
Permítete el error
¿Has oído en alguna ocasión aquello de “quien tiene boca se equivoca”? Pues debes aplicarlo a todos tus errores. Es evidente que todos los cometemos, pero aceptarse a uno mismo consiste precisamente en esto: entender que equivocarnos es algo natural y asumir que si tienes los ojos abiertos obtendrás algún aprendizaje.
Perdónate cuando suceda
Además de entender que te puedes equivocar y aprender a vivir con ello, necesitas saber perdonarte cuando ocurra. De nada sirve que asumas que va a pasar y que le sucede a todo el mundo, si luego te vas a torturar cada vez que cometas un error.
Rodéate de buenas personas
Aunque la crítica constructiva es algo habitual en un entorno sano, en ocasiones puede confundirse con la crítica sistemática sin valorar los aspectos positivos. Se trata de una actitud tóxica y queda muy lejos del proceso para aceptarse a uno mismo, que generalmente se ve alimentado por las personas que nos rodean y suelen ser de gran ayuda.
Ten el objetivo de aceptarse a uno mismo siempre en mente
Aunque las obsesiones nunca son positivas, cuando tenemos un objetivo tan importante como aceptarse a uno mismo no debemos perderlo de vista. Tampoco es cuestión de estar constantemente pensando en ello, pero sí es recomendable identificar los momentos que te perjudican o que te ayudan para poder trabajar en ello.
Alégrate con tus logros
A menudo tendemos a hacer justo lo contrario de lo que nos sugieren las recomendaciones básicas para la autoaceptación. Nos torturamos con los errores y, sobre todo, restamos importancia a nuestros logros. Esto no debe ocurrir jamás, un logro es mucho más importante que cualquier error y debes celebrarlo por todo lo alto.
Lucha por conseguir tus sueños, pero no te quedes atrapado en ellos
Si tienes una meta, debes luchar por conseguirla, ser constante y no desanimarte nunca. Ahora bien, esto puede resultar peligroso a la hora de aceptarse a uno mismo, ya que no podemos vivir permanentemente en los sueños, ni mucho menos perder la autoestima cuando no los alcanzamos.
Escúchate siempre, pero no prestes demasiada atención a la autocrítica
Para conocerse a uno mismo es fundamental escucharse. Pero ojo, las tendencias negativas son muy habituales cuando todavía no hemos aprendido a aceptarnos a nosotros mismos. La autocrítica es necesaria para mejorar, pero no deberías ponerla por encima de todo y enfocarla únicamente en lo negativo.
¿Por qué no siempre resulta sencillo aceptarse a uno mismo?
Como ves, existen diversas recomendaciones para aceptarse a uno mismo. Sin embargo, no siempre es fácil poner todos estos consejos en práctica, ya que las presiones sociales, la autoexigencia y algunas cuestiones del pasado, como posibles traumas o carencias, generan problemas de autoestima difíciles de combatir.
Un síntoma claro de no aceptarse a uno mismo reside en la culpabilidad y se manifiesta de distintas formas. En algunos casos se rehúye, en otros se asume la culpa por completo y también aparece la tendencia de culpabilizar a terceros. En cualquier caso, poner en práctica estos consejos te puede ayudar, pero si el problema es grave o persistente, la única recomendación posible es la búsqueda de ayuda profesional.